07 noviembre 2019

Un móvil, un voto

Ante la inminente celebración de las Elecciones Generales de España el próximo 10 de noviembre, mucha gente ha puesto el grito en el cielo quejándose del coste que supone cada cita electoral, además de la pereza que supone para algunos el tener que movilizarse de nuevo para ejercer su derecho al voto.

Si nos fijamos, el proceso de votación apenas ha variado. Si no hemos elegido la opción de voto por correo, tenemos que:

  • acudir presencialmente al colegio electoral que nos corresponda;
  • consultar la mesa electoral que nos toca;
  • coger la papeleta del partido al que queremos votar;
  • esperar la cola para depositar el voto;
  • presentar la acreditación junto con tu voto y depositar el voto en la urna;

¿Os imagináis que todo esto lo pudierais hacer desde vuestro dispositivo móvil u ordenador sin tener que salir de casa y el ahorro de costes que esto supondría?

Esto ya es una realidad desde hace ya muchos años, es el llamado Voto Electrónico.

De hecho, en 1868, el inventor Thomas Alva Edison presentó una patente de una máquina de recuento mecánico de votos que fue rechazada por el Congreso de Washington alegando que podía favorecer los votos fraudulentos.

Podemos considerar que hay dos tipos de Voto Electrónico:

  1. Presencial: funcionaría de forma similar al voto tradicional. Una urna electrónica sería la que registrara el voto (emitido directamente a través de una tablet o mediante un resguardo impreso en el mismo momento de emitir el voto), todo ello supervisado por personal del organismo supervisor del proceso electoral para garantizar su validez.
  2. Vía Internet: a través de ordenadores o dispositivos móviles y usando el DNIe como sistema de identificación fiable

¿Qué ventajas traería asociado el voto electrónico?

  • Ahorro de costes (impresión de papeletas, sobres, costes de aperturas de los colegios electorales, gastos en personal de seguridad, de la Administración, etc.).
  • Rapidez en la obtención del recuento (en cuanto se cerrara el periodo de votación podríamos saber de manera casi inmediata los resultados).
  • Se fomentaría la mayor participación de los ciudadanos en los procesos electorales.
  • Se facilitaría la participación de los españoles residentes en el extranjero (ahora mismo y según qué país, dicho proceso es muy complejo).

Si dicho sistema aporta ventajas incuestionables, ¿por qué a pesar de haberse ya contemplado desde hace muchos años, aún no se ha implantado?

Pues básicamente por estas razones:

  • Seguridad: siempre ronda la incertidumbre de que hackers puedan interferir en el sistema de votación pudiendo alterar las votaciones realizadas.
  • Anonimato: todos estamos en modo “alerta” para cualquier sistema que nos pueda comprometer nuestra privacidad en algún momento. ¿Quién nos puede garantizar que nadie pueda obtener en algún momento datos sobre nuestro sentido del voto?
  • Autenticidad: ¿cómo podríamos asegurarnos de que nadie nos puede suplantar electrónicamente?
  • Desconfianza de los propios partidos políticos.

Algunos partidos políticos han podido ver de primera mano las ventajas –aunque también en algunos casos las desventajas- en sus sistemas de votaciones internas, al igual que han hecho ya algunas empresas y clubes de fútbol.

En algunos países –como Francia, Bélgica o Holanda- ya se han hecho las primeras pruebas e incluso hay algunos países en los que ya se implantado, como es el caso de Estonia, donde incluso desde el 2008 permite realizar el voto desde dispositivos móviles.

En España, el Gobierno Vasco, a través de su sistema Demotek, fue el organismo pionero en el uso de un sistema de votación  electrónico para unas elecciones. Cataluña, Galicia y la Generalitat Valenciana también se han involucrado activamente en el desarrollo e implementación de dicho sistema.

Esperamos que dentro de unos años podamos verlo y entonces sí que podremos decir: un móvil, un voto.

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