22 septiembre 2021

Vuelta al cole

Ya hemos empezado el nuevo curso escolar y por ende también el nuevo curso judicial.

Después del descanso (obligado o no) seguramente hayamos venido con las pilas bien cargadas y con una lista de buenos propósitos para afrontar de nuevo todas nuestras obligaciones, compromisos y nuevas metas que nos hayamos propuesto alcanzar.

Aprovechando el pistoletazo oficial, que se dio el pasado 6 de septiembre con la apertura del nuevo año judicial, la Fiscalía General del Estado presentó la memoria oficial de la Fiscalía correspondiente al pasado año 2020.

Estas memorias esta vez son un tanto especiales pues reflejan también los datos de los meses en los que estuvimos en plena crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19.

¿Qué podemos extraer de dichos datos en cuanto al uso de las nuevas tecnologías durante dicho período y cómo ha afectado a la comisión de delitos?

  • Se confirma un aumento en un 28,69% de los delitos online, manteniendo así una tendencia ascendente de los últimos años.
  • Los delitos que más se han producido son las estafas, que se han visto incrementados en un 42,25% (el 65% de los ciberdelitos son de este tipo). Esto se vio especialmente agravado durante todo el periodo de confinamiento usándose como señuelo el COVID-19: remedios y productos farmacéuticos para prevenir o curar el COVID, ventas fraudulentas de material de protección (mascarillas, gel hidroalcohólico, EPIs, etc.), recaudación fraudulenta de fondos para supuestos colectivos vulnerables, etc.
  • Se ha producido un curioso efecto: muchas usurpaciones y robos de identidad se cometían para, a continuación, ser usadas para realizar actos ilícitos. Esto provocaba que las víctimas, además de verse implicadas en dichas usurpaciones/robos, eran demandadas como presuntos autores de acciones ilícitas, viéndose obligados a justificar su inocencia.
  • Llama también la atención la proliferación de ofertas fraudulentas de productos financieros de alta rentabilidad, tanto en moneda de curso real como en criptomonedas, mostrando éstas como inversiones seguras y con garantía.
  • También, como en años anteriores, está siendo muy común la estafa del soporte técnico: a través de un programa maligno introducido en el equipo de la víctima, se indica que contacte con un determinado número de soporte y, una vez que se haya llamado a dicho teléfono, este se hace con el control total del PC llegando a exigir pagos por el supuesto “arreglo” o incluso haciéndose con documentos sensibles o información comprometida de la víctima.
  • Ha habido un aumento de un 30% en los delitos de amenazas y coacciones online.
  • Es preocupante la evolución de delitos contra la libertad sexual que afectan a menores, que en 2020 se incrementaron en un 18,5%. Coincidiendo con el punto álgido del COVID-19 en Europa (en marzo de 2020), según los datos de Europol, hubo un incremento del 1000% de reportes de pornografía infantil con respecto a los demás meses.
  • En pleno auge del teletrabajo se ha descubierto un auge de VPN’s falsas, obtención de credenciales de acceso a entornos de la empresa o a dispositivos e incluso se han detectado accesos ilegítimos a reuniones online (tanto en las empresas como en las instituciones educativas).

Viendo dichos datos que ha recogido la Fiscalía en dicha Memoria Anual de 2020 y que son claramente extrapolables al uso que estamos haciendo de las nuevas tecnologías, no me queda más que citar la famosa frase que decía el sargento Phil Esterhaus cuando finalizaba todas las reuniones matutinas en las que planificaban el día los detectives y policías en la comisaría de Hill Street:

“Tengan cuidado ahí fuera”.

Fuentes:

https://abgcia.me/memoriaFiscalia2021

 

 

 

 

 

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