Blog de Derecho Penitenciario
11 febrero 2016
¿Estamos deshumanizando las comunicaciones con las personas presas?
AL JUZGADO DE VIGILANCIA PENITENCIARIA QUE CORRESPONDA
La CAXPOU, Comisión de Asesoramento Xurídico Penitenciario de Ourense, presa de sus reflexiones, ante este Juzgado comparece, y DICE:
Que formulamos QUEJA por la deshumanización que las nuevas tecnologías generan en la comunicación con las personas privadas de libertad,
y ello en base a las siguientes
ALEGACIONES
Primero.- En el art. 94.1 de la LOPJ se dispone que en cada provincia habrá un juzgado de Vigilancia Penitenciaria y, a fecha de hoy, Ourense, como otras muchas provincias, sigue sin tener ese juzgado. Recordamos aquellos tiempos en que las prisiones ocupaban espacios en las ciudades y cómo fueron motivos de seguridad los que se alegaron para llevarlas a las afueras, a lugares lejanos y aislados.
Segundo.- Partiendo de que lo que dispone la Ley para que no se produzca el aislamiento entre las prisiones y la sociedad no se cumple, nos hace reflexionar sobre el sistema o medios de comunicación que los operadores jurídicos de nuestra Administración de Justicia utilizan con las personas presas.
Tercero.- ¡¡¡Ya tenemos VIDEOCONFERENCIAS!!!, ¿y qué? Se nos dice que es un gran avance, que así lo vamos a tener más fácil, que ya no hace falta trasladarse a las prisiones para hablar con las personas presas, sino que todo es posible hacerlo en el avance virtual, y no verbal, que suponen las nuevas tecnologías.
No olvidemos que antes tuvimos teléfonos y hoy su utilización se han constreñido a un sistema de cambio de llamadas, limitaciones en minutos y a unas horas determinadas, autorizadas a unos previos y concretos números, y muchas veces se piden las facturas de nuestros teléfonos a los presos.
Tenemos presentes los llamados pases electrónicos, en los que colaboró la Abogacía pensando que con ello se agilizarían las visitas, que al final sirvieron para limitar el horario y el momento de entrada al centro penitenciario a criterio del personal de la prisión.
Cuarto.- ¿Se va a lograr con todo ello una mayor comunicación con las personas presas? La realidad nos dice que no, todo lo contrario. La Administración Penitenciaria considera que los avances tecnológicos en la comunicación requieren más seguridad y por ende mayor control, por lo que el contenido de la relación entre el emisor y el receptor no fluirá de forma humana, espontánea y confidencial. La función de la Abogacía en las prisiones corre el riesgo de deshumanizarse. Podemos convertirnos en simples y amorfas voces y en personajes pintados en pantallas de televisión.
Quinto.- Las restricciones que se están imponiendo a los SOAJP en cuanto a mantener el contacto directo con las personas presas obligándonos a comunicar por locutorios es un serio indicio de que no se está por la labor de la comunicación.
Sexto.- La importancia de vernos, mirarnos, hablarnos, olernos, tocarnos…es fundamental para el entendimiento, para la confianza, para el avance, para la reinserción, para entender a quien ha vivido una justicia que desconoce y en la que no confía, para desarrollar una explicación que permita analizar y cambiar conductas… ¿Es así como queremos reinsertar? ¿Desde la incomunicación? Sigamos a nuestra excelsa Concepción Arenal: “Iremos al patio de la cárcel, no a predicar, sino a ver al pobre, y él, quienquiera y dondequiera que esté, nos lo agradecerá, y he aquí que ya hemos hecho un bien, ya hemos despertado el hermoso sentimiento de la gratitud en aquel antro de maldades..”
Por ello,
Los SOAPJ, la abogacía en general, NO podemos aceptar normalizar estas cosas; no podemos ser partícipes de esta deshumanización y debemos ser absolutamente perseverantes en que la Justicia entre en las prisiones, no solo en nombre, sino en caras. Que el juez de Vigilancia y los fiscales vayan a ver a los presos, que la abogacía vaya a ver a sus clientes, que los SOAJP no tengan restricciones dentro de las prisiones, que la comunicación no se pierda y que las nuevas tecnologías no sean sustitutivas de las simples y humanas formas de comunicación, sino complementarias a ellas.
Otrosí Digo.- Este escrito va con copia a D. Ángel Yuste, a quien dios guarde muchos años… pero en otro sitio.
CAXPOU, Comisión de Asesoramento Xurídico Penitenciario de Ourense