08 enero 2019

La riqueza del Derecho Penitenciario

Acaba de empezar un nuevo año y empezamos con optimismo, con el optimismo de los perdedores, de quienes lo tenemos todo perdido, pero continuamos de pie luchando por la defensa de los derechos y de las libertades.

L@s abogad@s que nos dedicamos al Derecho Penitenciario somos un@s afortunad@s frente al resto, nos rodeamos continuamente de personas que están al límite, en unas situaciones físicas, personales, familiares, económicas, morales, sociales y judiciales al límite de lo que much@s podríamos soportar.

Hablar con las personas presas es una oportunidad de aprender, que como seres humanos en ningún momento podemos eludir, porque se recibe mucho de la forma de ser y estar en la vida.

Cada persona es un mundo, pero cada persona presa es un universo que debemos intentar entender porque no estamos ante un “cliente” normal, si no ante personas que necesitan especial protección y especial diligencia jurídica por nuestra parte.

Nuestro trabajo es una responsabilidad, pero nuestro trabajo como profesionales que nos dedicamos al Derecho Penitenciario es una forma de vida y una forma de entender la vida.

Cuántas veces nos han preguntado, incluso nuestro propios compañer@s, si no nos da miedo estar con una persona presa. La respuesta es pensar, ni siquiera verbalizar, lo bonito que es nuestro trabajo y nuestra forma de vivir dentro del derecho.

Por todo esto es tan importante estar juntos, crear redes dentro del Estado español, porque si un abogad@ grita desde una punta, otr@ abogad@ debe escucharle y atenderle por la defensa de la persona presa.

Siendo fundamentales los Encuentros de Derecho Penitenciario anuales por los motivos obvios que tod@s conocemos pero sobre todo para no sentirnos sol@s dentro de la inmensidad del océano que son los centros penitenciarios.

Falta muchísimo por hacer, seguramente casi todo, pero soy de la opinión de que también se ha hecho mucho, muchas poquitas cosas, que mueven montañas, que mueven conciencias, que mueven vidas.

Cómo no desear un feliz año, pero siempre con el recuerdo de l@s que ya no están, al haber fallecido en centros e instituciones penitenciarias, porque no les olvidamos, y todas y cada una de estas personas, siempre estarán presentes en nuestros corazones.

Ana Arranz Sanz

Coordinadora del Servicio de Orientación y Asistencia Jurídica Penitenciaria del Colegio de Abogados de Valladolid

Miembro de la Subcomisión de Penitenciario del Consejo General de la Abogacía Española

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