Rebeca

Ayer despedimos a Rebeca. No podemos creer ni comprender qué ha sucedido. Rebe ha sido asesinada. El viernes nos cayó una roca y se nos llevó un trocito de corazón al cielo de Zaragoza.

No había palabras, nos quedamos mud@s, nos abrazamos y lloramos sin saber que decir, sin saber qué hacer.

Mensajes, correos electrónicos, llamadas entre nosotr@s… Pero, por otra parte, noticias e informaciones innecesarias que hacen ver en nuestras propias carnes el carroñerismo mediático, alentado además, en esta ocasión, por informaciones transmitidas precisamente por quienes debían velar por que esto no sucediera.

No me quiero centrar en eso, me quiero centrar en ti Rebe. En cómo eras y cómo sentías nuestra profesión, en esa sonrisa que nos acompañaba anualmente en todos los Encuentros y en esa disposición de hacer las cosas desde el cariño y el convencimiento.

Tu tragedia, nuestra tragedia, ha podido hacer temblar esos cimientos sólidos de compromiso y, por qué no decirlo, militancia que acompaña a quienes formamos esta gran familia de los SOAJP. Esta gran familia de la que tú formabas y formarás parte siempre. Esta familia que junta ha acompañado, cada cual desde donde estaba, a Rebe.

Ver cara a cara la realidad de lo que nos suele tocar como profesionales puede hacer que nos replanteemos muchas cosas, es humano. Pero estoy convencido de que cuando esto ocurra pensaremos en ti Rebe, pensaremos en lo que nos estarás diciendo desde allí donde estés y no tendremos dudas. Seguiremos entrando en las cárceles para defender los derechos de aquell@s olvidad@s tras los muros. Seguiremos defendiendo a quienes much@s meterían en una celda bajo siete llaves que tirarían al mar. Seguiremos denunciando esas injusticias que no ocupan titulares periodísticos. Porque seguimos siendo necesari@s, porque Rebe así lo querría.

“Es el destino quien nos lleva y nos guía, nos separa y nos une a través de la vida”. Esta frase de una canción de Amaral que utilizabas en tú perfil de whatsup nos recordará siempre a ti.

Rebeca, siempre estarás con nosotr@s. Te vamos a echar de menos, no va a haber lágrimas suficientes para llorarte. Que la tierra te sea leve, amiga.

Mikel Armendariz Barnechea

Abogado del MICA Pamplona