Número 100 de ‘Abogacía Española’: el valor de la comunicación

La revista “Abogacía Española” acaba de cumplir 100 números. Cien revistas a lo largo de 22 años en las que se han tratado temas que preocupan a los abogados y abogadas para fomentar el debate. Sobre algunos de estos temas y los retos que tenemos por delante habló  la secretaria de Estado de Justicia, Carmen Sánchez-Cortés, en el acto de presentación del número 100. Le agradezco su oferta de diálogo y que tendiera la mano a la colaboración de todos. La Abogacía siempre está dispuesta a dialogar, sea cual sea el formato y las circunstancias en las que pueda producirse.

Lo importante es comunicarse. De la importancia de la comunicación, hablé en el acto de presentación de la revista número 100. Este es un extracto de mis palabras:

“La comunicación es hoy un instrumento indispensable, básico, de las  organizaciones y de los profesionales y la Abogacía no ha sido, no es y no quiere ser nunca una excepción porque no se entiende la Abogacía sin comunicación.

La comunicación es una herramienta estratégica que facilita el conocimiento y la interpretación de lo que sucede. Un abogado es un comunicador permanente. Y los órganos que les representan, también. No hay transparencia ni cercanía sin comunicación. La revista Abogacía Española -que con este número recupera su nombre inicial-, junto con los otros canales del Consejo, es más que un medio de comunicación, un medio de interacción y de movilización y una permanente explicación del trabajo que se hace día a día desdenla Abogacía institucional.

De lo que se trata es de llevar a la revista las noticias que preocupan o que interesan a los abogados y de convertirlas en objeto de debate para la solución de los problemas. En este sentido los dos últimos seriales que estamos publicando sobre  “El Arte de Sentenciar” y “El Arte de Legislar” son una buena muestra de la creación de ese debate que nos puede hacer reflexionar y buscar, entre todos, soluciones compartidas para mejorar la Justicia.

Lo que se inició en 1994 era una acción de cercanía a todos los abogados y eso es lo mismo que seguimos haciendo hoy. El Consejo tiene la obligación y la necesidad de contar lo que hace, de explicar por qué lo hace y de contribuir a crear una imagen real de la Abogacía, ajustada a la realidad, lejos de los viejos tópicos, y a reforzar su prestigio. Hacia dentro, es decir, hacia los propios abogados que, casi siempre son más críticos que sus clientes y que el conjunto de los ciudadanos, y hacia afuera.

Las últimas encuestas del CIS o las de Metroscopia para El País, sitúan a la Abogacía por encima del resto de las profesiones jurídicas. A eso han contribuido muchas cosas, entre ellas la defensa activa de los derechos de los ciudadanos, del Turno de Oficio y de la Justicia Gratuita, del derecho de defensa o de la tutela judicial efectiva de todos. Pero también, toda la labor hecha desde la Revista, desde nuestra web o desde las redes sociales, donde el Consejo es líder destacado en el sector jurídico.

La alianza entre comunicación y Abogacía no es nueva. Está en la esencia de la profesión. Cualquier idea, cualquier acción, por buena que sea, es estéril hasta que se transmite y los demás la conocen.

Yo creo que esta nueva etapa de Abogacía Española que arranca con el número 100 será al menos tan buena como estos primeros cien números que recogen la historia de la Abogacía, del Consejo, de los Colegios y de la Justicia durante estos veintidós años.