31 marzo 2020

Una abogacía reivindicativa, unida y responsable es nuestra mejor contribución para superar esta crisis 

Carta de la presidenta del Consejo a los abogados y abogadas españoles

Queridos compañeros y compañeras:

Escribo esta carta en un momento de intranquilidad y turbulencia colectiva, donde todo el mundo que conocemos y nos rodea parece estar sufriendo una sacudida de silencio y de temor. Tiempos que nos convocan a un ejercicio colectivo-social e institucional- de compromiso, de madurez, de respuestas con sensatez, solidaridad, reflexión y energía en todos los frentes; un tiempo que nos plantea una situación excepcional, que nos pone a prueba constantemente.

Nos pone a prueba hoy  al mundo, a toda una nación, a la sociedad, a cada una de las personas en su esfera familiar e individual, a los profesionales y también, claro está, a las instituciones donde se integran y que son responsables de su defensa y amparo

Me refiero a los Colegios Profesionales y, por extensión, a sus Consejos. Hay momentos en la vida, en la historia, que nos dimensionan y retan, que nos miden y exponen, tanto como nos apuntalan en nuestra legitimidad y nos refuerzan como pieza indispensable e insustituible en la arquitectura social y constitucional de nuestro país. Y esta es una de esas ocasiones.

La coyuntura actual ha sometido a los sistemas a un descomunal test de estrés, y la Abogacía Institucional, como parte de esos sistemas, estaba obligada a responder con solvencia, con altura de miras, dando sentido, ahora más que nunca, a lo que somos las corporaciones de derecho público. Nos legitima nuestra Constitución, leyes y jurisprudencia y nos espera la sociedad a la que venimos sirviendo durante siglos. Este es el momento de seguir demostrando lo que somos, estando donde se nos reclama y construyendo alineados con la lección de superación que nos ofrece cada día la sociedad española.

Y lo estamos haciendo desde la EXIGENCIA: reclamando con firmeza medidas justas, sensatas y demandadas por nuestros compañeros y compañeras, que, no olvidemos, continúan prestando servicios esenciales a nuestro Estado de Derecho.

Así, solicitamos -y así se adoptó- la suspensión de actos y plazos procesales en todo el territorio nacional; que se implementaran medidas económicas similares a las de otros colectivos de la misma naturaleza  -y seguiremos insistiendo pues nos ampara la fuerza de la razón-; o que la abogacía fuera miembro, y como tal escuchada, tanto en la Comisión de Coordinación de la Justicia que lidera el Ministerio de Justicia, como de las Comisiones de seguimiento constituidas en los TSJ.

Igualmente, se ha trabajado para que tanto en sede policial como judicial, se procuren de forma prioritaria tanto los medios tanto telefónicos como videoconferencias necesarios para que pueda prestarse con las suficientes garantías la asistencia letrada a los detenidos y a las víctimas de violencia de género. Así se ha expuesto en la Comisión de Coordinación y se está ya adoptando en los diferentes TSJ.

Ante la afirmación de imposibilidad de comunicación telemática en la totalidad de dependencias, se han exigido las garantías de protección personal. A su vez el Consejo General de la Abogacía Española ha adquirido las mascarillas y guantes de los que ha podido disponer para su entrega los próximos días a los Colegios y su distribución entre compañeros y compañeras en la prestación de esta función. Una función que, como sabéis, ha sido reconocida como esencial en estos tiempos de crisis.

Son medidas tan justas y razonables como las que seguimos exigiendo con firmeza para que nuestros compañeros y compañeras del Turno de Oficio puedan seguir prestando su irremplazable labor con las máximas garantías. Vuestra entrega y compromiso son dignos del mayor reconocimiento de la profesión y de la sociedad y, desde aquí, en nombre de toda la Abogacía Española, os traslado nuestra gratitud, nuestro total y más decidido apoyo y la seguridad de que no dejaremos de reclamar vuestras justas reivindicaciones.

TRANSPARENCIA. Informar y trasmitir. Conectar y difundir. En esto estamos; utilizando nuestros recursos y aprovechándolos al máximo. Para intentar informaros cada día, prácticamente en tiempo real, de todo cuanto afecta a nuestro sector; para crear nuevas utilidades que puedan resultar prácticas, como el Manual de Abogados y Abogadas que editamos para conocer en detalle la respuesta legal e institucional al COVID19; para mantenernos unidos a la actualidad del mundo, de la Justicia y de Europa; para ofrecer toda nuestra oferta formativa a través del nuevo Portal de Servicios del Consejo General de la Abogacía Española.

Y todo ello lo estamos haciendo juntos, todos los Colegios y Consejos, los compañeros y compañeras, desde la UNIDAD; más plurales y diversos, pero también, más compactos que nunca.

Nos enfrentamos a un desafío de Estado, a un reto inédito que nos afecta, nos implica y nos convoca a todos; y la Abogacía española está acudiendo puntual a esa cita. Lo hacemos como lo hemos hecho siempre, con RESPONSABILIDAD y con LEALTAD, haciendo de la colaboración institucional-y no del conflicto- el marco más productivo e idóneo para alcanzar las mejores respuestas.

En el Consejo General de la Abogacía Española, yo misma, somos conscientes que todo se puede hacer mejor, pero tengo la seguridad que con la aportación de cada uno de vosotros y vosotras, que expresamente solicito, la Abogacía saldrá más favorecida y nuestra sociedad será un ejemplo de convivencia y garantía de los derechos más inherentes del ser humano.

Con un fuerte abrazo,

Victoria Ortega

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