15 enero 2016

Enhorabuena, presidenta

Victoria Ortega y Carlos CarnicerAyer, los 83 decanos de los Colegios de Abogados eligieron a Victoria Ortega para que sea su presidenta  durante los próximos cinco años. En unos días tomará posesión y le pasaré el testigo, pero hoy quiero darle mi más cordial enhorabuena, desearle suerte y ponerme a su disposición.

Por primera vez en la historia, el Consejo General de la Abogacía estará presidido por una mujer, lo que me congratula especialmente porque es un símbolo de la cada vez mayor presencia de la mujer en la profesión. Esto quiere decir, que en unos años el hecho de que una mujer presida la Abogacía dejará de ser noticia.

He de confesar que he afrontado estas elecciones con cierta emoción. Representar a una profesión tan noble y luchar por la dignidad de quienes la ejercen y, lo que es lo mismo, por los derechos de los ciudadanos durante estos 15 años ha sido un honor difícilmente superable. Por ostentar este honor a partir de ahora, tengo que dar la enhorabuena más efusiva a Victoria.

A nadie se le escapa que esta tarea requiere de un gran esfuerzo y, sobre todo, de mucho apoyo: el que sin duda le brindarán los decanos y decanas de los 83 Colegios de Abogados que la han elegido. Solo una Abogacía fuerte y unida logrará sus objetivos. Se ha demostrado sobre todo en esta última legislatura en la que la mayoría absoluta ha dificultado enormemente el diálogo, el acuerdo y el consenso. Aun así, hemos logrado muchas cosas. El nuevo panorama político, con una división a la que nos estábamos acostumbrados, obliga necesariamente a todos a escuchar, a comprender, a ceder y a alcanzar acuerdos. Se abre un tiempo apasionante.

En este nuevo tiempo, Victoria sabe que cuenta con el respaldo unánime del Pleno y desde luego con el mío para que la voz de la Abogacía esté en el lugar que le corresponde y sea determinante en la elaboración de los proyectos legislativos que afectan a la profesión y, por tanto, a los ciudadanos. Cuanto más unidos hemos estado, más fuertes hemos sido y más hemos conseguido en defensa de los derechos de ciudadanos –los derechos de todos- y de los abogados

El aire nuevo y fresco siempre es bienvenido. La experiencia, también. Bienvenida pues, Victoria, querida Vicky, porque reúnes ambas cosas. Pasarás a la historia de la Abogacía, no solo por ser la primera mujer que la preside, sino por tu capacidad de trabajo, tu tesón y tu compromiso. Que los vientos te sean favorables.

 

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