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EN PORTADA
Se buscan abogados que sepan hacer lo
que (aún) no hace la Inteligencia artificial
C uando se habla de la
nueva relación de los
abogados con la Justicia
y lo mucho que ésta ha
cambiado con las tecno-
logías de la información
y la comunicación, se suele pensar en la
transformación que han experimentado
las bases de datos jurídicas, la presenta-
ción telemática de documentos, la graba-
ción digital de las vistas y el acceso en
la nube, las herramientas de gestión del
despacho, etc.
Pero la informatización y la ‘interneti-
zación’ de la Administración de Justicia
son los primeros pasos de la transforma-
ción digital que se avecina, con la apli-
cación del Big Data, la Inteligencia Ar-
tificial, el ‘Machine Learning’, etc. Y los
abogados, como el resto de operadores
jurídicos, deben prepararse para ella, en-
contrando su lugar y, sobre todo, acos-
tumbrándose a coexistir y trabajar con
las máquinas.
Tenemos que dar por hecho que todo
lo que sea automatizable se automatizará
y no debemos lamentarnos por ello, por-
que es un trabajo de poco valor añadido.
Pero las máquinas empezarán a hacer
también, gracias a la Inteligencia artifi-
cial, algunos trabajos que, hasta ahora,
se consideraban exclusivos de los huma-
nos. ¿Qué tareas quedarán entonces a los
abogados?, ¿cuál será su nuevo papel?
NUEVAS TAREAS,
NUEVA FORMACIÓN
En primer lugar, las máquinas dotadas de
inteligencia artificial son como alumnos
de primero de derecho: hay que enseñar-
les todo. Y no me refiero sólo a aprender
la legislación vigente y la jurisprudencia
aplicable a cada supuesto, porque ésa es
la parte más fácil, que se hace mediante
ingestas masivas de bases de datos, que
podrán leer y entender gracias al proce-
samiento del lenguaje natural.
26 _ Abogacía Española _ Febrero 2018
Me refiero, sobre todo a enseñarles a
‘pensar’, a razonar en derecho. Y eso sólo
lo puede hacer un experto en cada una
de las materias, mediante la repetición y
la corrección, que es como se consiguen
‘sistemas expertos’, con pocos errores.
Trabajo que no termina nunca y que hay
que seguir profundizando y depurando,
mediante el entrenamiento y la supervi-
sión por los usuarios finales.
Por eso, aparte de los ‘profesores de
derecho’ de inteligencias artificiales, se
van a necesitar entrenadores y superviso-
res y, sobre todo, especialistas que sepan
‘sacar todo el jugo’ a esas inteligencias
artificiales, haciendo las preguntas jus-
tas. Para lo cual es necesario que sepan,
al menos, cómo funciona esta tecnología;
aunque, seguramente, se valorará una
doble formación en ingeniería y derecho.
Habrá muchos casos que sean de “sota,
caballo, rey”, pero habrá muchos otros en
que se pueda ser creativo: dar la vuelta
a un concepto jurídico, interpretar una
norma en un sentido nuevo, cambiar
incluso una línea jurisprudencial asenta-
da. Y para ello, aparte de conocer cómo
funciona la tecnología, será bueno volver
a estudiar Filosofía del Derecho y, sobre
todo, a enseñar a pensar y a argumentar.
INTELIGENCIA EMOCIONAL
Por otra parte, además del cerebro repti-
liano (que se ocupa de los automatismos
del cuerpo) y del neocórtex (que se ocu-
pa de los razonamientos lógicos), el ser
humano tiene un cerebro límbico (que
se ocupa de las emociones) y éste es otro
campo en el que la inteligencia humana
es diferente y superior a la inteligencia
artificial, y no es previsible que vaya a
INTELIGENCIA CREATIVA
cambiar, afortunadamente.
La ‘inteligencia’, según el Diccionario de
No olvidemos que la principal labor de
la RAE, es la “capacidad de entender o
un abogado es representar y defender a su
comprender” y también, la “habilidad,
cliente, ‘prestándole’ sus conocimientos
destreza y experiencia”. Viene de ‘inte-
de Derecho y su experiencia práctica, de
ligir’ (entender algo o a alguien) y éste,
tal modo que el resultado final sea el que
del latín ‘intelligere’ (inter+legere) que
él hubiera deseado, si tuviera esos cono-
significa literalmente: “leer
cimientos y experiencia, y
entre líneas”, en el sentido
pudiera representarse y de-
de ‘lectura comprensiva’;
fenderse a sí mismo. Para
entender un texto más allá
ello es esencial entenderle
de lo que está escrito (o a
y comprenderle, incluso
una persona más allá de lo
más allá de lo que dice.
que dice).
Al mismo tiempo, la la-
Por eso, las tareas a las
bor de un buen abogado
que deberán dedicarse los
hacia la otra parte y hacia
BORJA ADSUARA
abogados tienen que ver con
el Fiscal y el Juez es llevar
VARELA esa capacidad (de la inteli-
a su ánimo las circunstan-
(@adsuara) gencia natural) de leer en-
cias del caso concreto, que
Profesor, abogado
tre líneas. Nunca podremos
pueden modificar la aplica-
y consultor. Ex
director general
competir con la capacidad
ción de una norma y, a ve-
de “Red.es” y del
(de la inteligencia artificial)
ces, ‘atemperar’ la dureza
Observatorio de
de memorizar y procesar
de la ley. Porque no olvide-
Telecomunicaciones. millones de datos en milési-
mos que la Justicia, repre-
Miembro del Consejo
mas de segundos. Debemos
sentada por la espada y la
Asesor para
la Innovación del
aprovecharnos de ella, para
balanza, es la aplicación de
Ministerio de Justicia
hacer nuestro trabajo: ver
la Ley general al caso con-
cosas que ella no ve, crear
creto mediante un juicio de
cosas a partir de ella.
Equidad. l