ENTREVISTA Matar al tertuliano. ¿Qué le hemos hecho los perio- distas? Los periodistas realmente no me han hecho nada. Más aún, tengo desde siempre una fuerte relación con los medios de comunicación. Trabajé en radio de peque- ño, he escrito mucho para prensa, fundé una televisión local. Pero he escrito Matar al tertuliano porque me da mucha pena ver en lo que se han convertido algunos medios de comunicación hoy. ¿Matar al abogado será su próxima novela? No, no, no. Yo soy un gran defensor de la profesión. Creo que la abogacía es uno de los grandes pilares del Estado de Derecho y no pretendo un suicidio novelís- tico. Le veo una doble vara de medir. [Ríe] Son formas de verlo. ¿Se dedica a la literatura porque como abogado no se come una rosca? Me dedico a la literatura porque me lo pide el alma. Llevo 35 años en la abogacía y no me puedo quejar: Tengo un gran despacho, trabajando con mucha gente he podido estar en primera línea de trinchera en mu- chos asuntos muy relevantes jurídicamente y soy muy feliz con la toga puesta. JUAN PEDRO COSANO Abogado y escritor. Ganador en 2014 del V Premio Abogados de Novela con El abogado de pobres. Ahora ha publicado Matar al tertuliano, (Editorial Almuzara) quinta novela que ve la luz de la decena que ha escrito. “Me dedico a la literatura porque me lo pide el alma, pero soy muy feliz con la toga puesta” Texto_Karmentxu Marín 74 _ Abogacía Española _ Septiembre 2018 ¿Se fijó en sí mismo y en su ejercicio para escribir la trilogía sobre el abogado de pobres? Convénzanos de que es usted Teresa de Calcuta. Todos somos imperfectos. El abogado de pobres de mis novelas no es ni mucho menos un héroe. Es un ser hu- mano con sus grandezas y sus miserias. Y creo que cual- quier persona se puede ver reflejada en el personaje de Pedro de Alemán, porque es muy cercano y muy huma- no. A mí me gustaría parecerme a él, tener su honradez y su altura de miras. Pero como forma de ser me iden- tifico más –no lo diga muy alto- con Florencio Patón, el comisario de Matar al tertuliano, un tipo entrañable. Entre los asuntos de que se ocupa, la pieza jerezana de la Gürtel o los ERE. ¿Cuál le trae más dolores de cabeza? Los ERE. Es un tema mucho más amplio y complicado. Es inabarcable. Yo dedico cada día dos o tres horas de mi jornada laboral a leerme folios y folios de los ERE. “Un juicio penal bonito lo disfruto más que un cru- cero”. ¿Qué le dice de esto su terapeuta? Pues que posiblemente tenga un fuerte enamoramiento de la abogacía. En definitiva, un juicio es como la vida misma. Se reúnen el bien y el mal y hay que intentar que sobresalga el bien. Posiblemente un terapeuta diría que me gusta el protagonismo y ser abanderado de cau- sas difíciles. Yo me limito a ser feliz. Pero no se lo ha hecho mirar. No, todavía no. Pero mire, ya me ha dado la idea.