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¿Se siente un poco madre de la Constitución, entre tan-
to padre?
Si hubiera estado en la ponencia sí sería madre. Me siento
satisfechísima, para mí fue un honor enorme estar en la Co-
misión. Yo no era feminista, pero sí me daba cuenta de los
problemas que teníamos las mujeres, porque los había su-
frido: tras estudiar Derecho, no pude hacer las oposiciones
que quería, notarías o la carrera diplomática, ni judicatura,
que estaban vedadas a las mujeres.
ENTREVISTA Si no madre, un poco abuela, porque la Comisión Cons-
titucional fue anterior a la ponencia. ¿Cómo ve a la
nieta: moza, madura, reformable?
Teníamos todos satisfacción e ilusión en base a la concor-
dia, a la amistad. Pero había cuatro tendencias –entonces, no
partidos- muy diferentes entre sí, y la Constitución fue una
negociación entre ellas. Tiene algunos defectos, que se po-
drían corregir con consenso: lo primero, el sistema electoral,
con elección de los diputados por listas, y no por circunscrip-
ciones, porque las listas las hacen los partidos y al diputado
que se sale de la disciplina le ponen una multa y no vuelven
a colocarle en una lista. Luego, los controles. O no están bien
recogidos o lo están insuficientemente, porque los casos de
corrupción que hay en todos los partidos son vergonzosos.
MARÍA TERESA
REVILLA Fue la única mujer,
entre 39 miembros,
de la Comisión
Constitucional. A sus
82 años, esta abogada
sigue declarándose no
feminista, pero habla
del esfuerzo enorme
que han hecho las
mujeres sin ningún
reconocimiento. “La Constitución fue una
negociación entre las
tendencias existentes. Por eso
creo que algunos defectos se
podrían corregir
con consenso”
Texto_Por Karmentxu Marín
Fotografía_Alberto Carrasco
74 _ Abogacía Española _ Noviembre 2018
¿Y no me habla del Título Octavo y de Cataluña?
Claro que sí. Se dieron demasiadas facilidades a las comuni-
dades autónomas y se delegaron competencias que nunca se
hubieran debido delegar, como la sanidad o la enseñanza.
Lo que pasa en Cataluña se ha ganado a pulso, empezando
por el señor González y siguiendo por el señor Aznar, que
fue el que pactó con el señor Pujol.
Usted recogería velas en el tema autonómico.
Absolutamente. Yo no estoy en contra de las autonomías,
pero sí de la manera en que se han hecho.
Ha criticado que no haya actualmente una clara sepa-
ración de poderes: dice que el Legislativo está sometido
al Ejecutivo, que la justicia está politizada.
Falta control. Hace unos dos años, con el tema de los EREs,
leí que el interventor de la Junta de Andalucía hizo su au-
ditoría ¿Y a quién lo presentó? A la propia Junta de Anda-
lucía, porque el interventor depende de las propias institu-
ciones autonómicas. Ya me contará cómo el controlador va
a depender del controlado.
Aunque originalmente estuvo en UCD, pasó luego a lo
que actualmente es Partido Popular. ¿Cómo lo ve hoy:
triunfante, patio de Monipodio, con Fraga vivíamos
mejor? No, por Dios. Tampoco es eso. Pero no se han sabido hacer
las cosas. Parece que en el PP da vergüenza ser firmes. No
ha estado a la altura. Sus corrupciones me parecen inadmi-
sibles. Un partido que se dice de derechas o de centro lo pri-
mero que tiene que hacer es obrar y gobernar con honradez.
Tiene cuatro hijos. Aceptemos que, aunque lejanamen-
te, usted fue un poco madre de la Constitución. ¿Cuál
de sus cinco vástagos le ha dado más quebraderos de
cabeza? Pues más desilusiones, sin comparación, la Constitución.