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JUEVES 7 DE MAYO 16:00 HORAS
COMPETENCIA: ¿AMIGOS, ENEMIGOS,
O VAMOS A LLEVARNOS BIEN?
PORTALES Participantes:
Antonio Maudes Gutiérrez, director del Departamento
de Promoción de la Competencia de la Comisión Nacional de los
Mercados y la Competencia (CNMC). Carlos Gallego Huescar, abogado.
Angel Valdés Burgui, abogado.
Modera: Ramón Jáudenes López de Castro, decano del Colegio de Abogados
de Pontevedra.
LA COMPETENCIA EN EL MERCADO
LIBRE DE LOS SERVICIOS JURÍDICOS
CARLOS GALLEGO
HUESCAR Abogado
EL MERCADO o, como se suele decir con la percep-
ción de lo inapelable, los mercados, imponen un
orden socioeconómico de naturaleza multifacéti-
ca y pluricéntrica con el que se tiene que enfren-
tar el propio derecho positivo, mediante normas
que regulen los distintos ámbitos de esa realidad
socioeconómica globalizada.
Si el Derecho está en este principio del siglo
XXI ante uno de esos retos decisivos que lo van
a renovar por completo, las profesiones jurídicas
y, entre ellas, destacadamente, la abogacía no
puede sustraerse a este cambio esencial que im-
ponen la economía globalizada y las crecientes
exigencias de esta.
Ciertamente, las normas sobre la libre com-
petencia y la vigilancia de las prácticas de
competencia desleal existen desde antes de des-
atarse este nuevo tiempo. Pero en este momento
de globalización cumplida y de aceleración cre-
ciente, ya no hay reducto para una actividad
que pueda quedarse resguardada en un ámbito
territorial solo definido para ella, con sus reglas
especiales, en la que la idea del interés público y
la dignidad que este presta al ejercicio de la pro-
fesión, le permitan parapetarse frente a la lógica
intrínseca de la libre competencia.
La contestación al enunciado de uno de los
portales de debate del próximo XI Congreso Na-
cional de la Abogacía de “Competencia: ¿amigos,
enemigos o vamos a llevarnos bien? deberá ser
la de tenemos la firme voluntad de ser amigos,
aunque necesitamos un periodo previo en el que
vamos llevarnos bien.
Por un lado, la abogacía ha de superar aún cier-
tas prácticas ancladas en el ADN de la memoria
de la vida colegial que actúan como fuerzas a
contracorriente de lo que ya prescriben las Leyes
sobre el sometimiento de los Colegios Profesio-
nales a las normas de la libre competencia.
Por otro lado, los reguladores de la libre com-
petencia han de considerar las características
y las exigencias del ejercicio profesional de la
Abogacía y superar ciertos prejuicios frente a los
Colegios Profesionales, entre ellos, como se des-
prende de ciertos informes, el considerarlos un
incomprensible e inútil residuo burocrático lla-
mado a desaparecer.
Habría que convenir en la adecuada delimita-
ción de la consideración de la abogacía como una
actividad económica que se produce en el merca-
do de los servicios jurídicos.
No se trata de negar que actuemos profe-
sionalmente en el mercado, desarrollando una
actividad económica. Se trata de comprender la
especialidad de ese mercado, no por mera auto-
complacencia del abogado como servidor de la
Justicia, sino por la comprensión de una activi-
dad profesional que contribuye a la efectividad
del derecho constitucional de defensa, dirigido a
quien invoca el mismo, el justiciable, al que debe
serle facilitado el acceso a esa justicia, pero tam-
bién, orientándole en ese mercado de servicios
profesionales a través de la labor que realizan los
Colegios. Esa peculiaridad justifica la necesidad de es-
tablecer normas de organización, cualificación,
deontología, control y responsabilidad, que sean
capaces de proporcionar suficientes garantías de
integridad a los usuarios finales y coadyuvar a la
buena administración de justicia.
En este sentido, por ejemplo, habrá que debatir
con los reguladores de la competencia sobre si la
asistencia jurídica gratuita es, simplemente, una
actividad de carácter económico, que se produce
en el mercado de los servicios jurídicos, exacta-
mente igual que la presta a clientes particulares.
Es un problema de diálogo y de comprensión
mutua ya iniciado, que tendrá un final feliz. l
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