To view this page ensure that Adobe Flash Player version
11.1.0 or greater is installed.
JUEVES 7 DE MAYO 18:30 HORAS
INCIDENCIA DE LA NUEVA LEGISLACIÓN EN EL EJERCICIO
PROFESIONAL PORTALES
Participantes: Miguel Temboury Redondo, subsecretario de Economía y
Competitividad. Miquel Roca Junyent, abogado.
Julio Fuentes Gómez, secretario general técnico del Ministerio
de Justicia.
Modera: Jesús Verdugo Alonso, decano del Colegio de Abogados de Valladolid.
LA INCIDENCIA DE LA NUEVA LEGISLACIÓN
EN EL EJERCICIO PROFESIONAL
LA ABOGACÍA VIVE, sin duda, en constante adap-
JULIO FUENTES
Secretario general técnico
del Ministerio de
Justicia tación como consecuencia de muchos factores
que exceden de lo puramente normativo. Vivi-
mos en una sociedad compleja, sujeta a cambios
rápidos y necesidades diversas a las cuales todo
profesional debe estar atento.
Dilucidar la influencia de la legislación en el
ejercicio profesional de los abogados requeriría
en primer lugar encontrar unos caracteres que
permitan definir esa legislación, lo cual me temo
que es imposible, lo que nos obliga a reducir la
ambición de estas líneas a algunas tendencias
que no conviene descuidar.
La primera de estas líneas es la que confor-
man la Ley de arbitraje, con su reforma de mayo
de 2011, la Ley de mediación en asuntos civiles
y mercantiles de 2012 y la Ley de jurisdicción
voluntaria que esperamos que se apruebe este
año 2015. Se ha dicho hasta la saciedad que el
propósito de estas leyes es la desjudicialización,
moneda cuya otra cara es la de incrementar la
importancia de los abogados para canalizar los
conflictos en los que intervengan. Posiblemente
el pleito sea la peor solución que se puede dar
a una controversia y son los abogados los que
han de manejar esas alternativas, que deben
conocer y valorar. El abogado podrá ser árbitro
o mediador o no, pero recomendará recurrir a
sus clientes al arbitraje o la mediación facilitán-
dole salidas más ágiles y cuya resolución puede
controlar mejor. Que se desjudicialice parte de la
jurisdicción voluntaria, aun cuando no siempre
hace preceptiva la intervención del abogado, su-
pone que el ciudadano que se tome en serio sus
asuntos recurrirá a un abogado que dé forma a
su pretensión y la lleve bien a un tributo bien a
un notario o registrador.
La segunda de esas líneas viene dada por la
lenta (pero imparable) renovación de nuestro
Derecho privado que impulsa el Ministerio de
Justicia, con la inestimable ayuda de la Comisión
General de Codificación. En estos últimos años
se ha aprobado la Ley reguladora del contrato
de transporte terrestre de mercancías y la Ley de
Navegación Marítima, ya existen textos de par-
tida para la actualización del libro IV del Código
Civil, así como un anteproyecto de ley del Código
Mercantil. Este nuevo Derecho privado supone
también un reto para la abogacía española, que
tendrá en su mano un nuevo marco normativo
con el que asesorar y dirigir la actividad econó-
mica de sus clientes. La contratación moderna
requiere un asesoramiento especializado, que
también permitirá unas relaciones menos con-
flictivas para las partes. También el abogado
tendrá una mayor intervención en la evolución
de esas relaciones contractuales.
La tercera y última línea a destacar aquí es la
de la internacionalización no sólo del Derecho,
sino sobre todo de la economía y las relaciones
sociales en general. Los convenios internaciona-
les, las normas de la Unión Europea e, incluso, el
ordenamiento jurídico de otros Estados confor-
man una realidad a la cual tampoco podemos
dar la espalda. El abogado puede y debe cum-
plir un papel muy importante a la hora de abrir
mercados para la economía española, sea cual
sea el producto, desde melocotones y tapones
de corcho a la obra pública o servicios de teleco-
municaciones o financieros complejos. Hay que
llevar esos productos o servicios donde intere-
sen y permitan, a veces, la subsistencia de una
explotación o fábrica y, otras veces, su interna-
cionalización. Todo lo anterior nos lleva a un abogado más
alejado de los tribunales y más cercano a los ciu-
dadanos y a las empresas, cuya vida puede facili-
tar y mejorar, como pieza clave también de nues-
tro sistema económico. Y, por mi parte, confío que
sigan viniendo al Ministerio de Justicia a enseñar-
nos tantos matices que no alcanzamos a ver des-
de nuestros edificios de la Calle San Bernardo. l
Abril 2015_Abogados_41