Septiembre 2021 _ Abogacía Española _ 67 ENTREVISTA Lexnet falla bastante, aunque entien-do que es necesario. R.R.: Al contrario que mi compañero, yo acudo a la sala de juicio con portá-til o con un IPad. Imprimo muy poco papel. Manejo muchas bases de da-tos a la hora de buscar jurisprudencia. Creo que la información es mucho más accesible. La tecnología ha su-puesto una ventaja desde que existe la profesión. Soy partidaria de economizar el trabajo. ¿Han cambiado los delitos en estos años? P.M.: Sí. En Menorca apenas había delitos de droga. Eso sí, todos los delitos de cintura para abajo eran malos, y los delitos de robo se pasaban más por alto. En tráfico era Pedro Monjo, del Colegio de Baleares lleva 51 años ejer-ciendo y Rocío Roque, del Colegio de Málaga, tan solo tres. Sus maneras de trabajar son muy dife-rentes y difieren sobre el uso de la tecnología, pero están de acuerdo en los principales problemas que tienen hoy los profesionales de la abogacía en nuestro país. ¿Cuál fue vuestro primer caso? Pedro Monjo: Fue sobre una ser-vidumbre de luces y vistas en una propiedad. El abogado contrario me ofreció 15.000 pesetas para que perdiera el pleito. Al cabo de bastantes años en otro pleito me ofrecieron dos millones. En ninguno de los dos casos acepté. Rocío Roque: Un concurso de per-sonas físicas, en un despacho mer-cantil en el que aún estaba en prác-ticas. Se inadmitió por disparidad de criterios. No salió bien, pero fue todo un reto y me hizo ganar seguridad. ¿Cómo ha cambiado la abogacía desde que empezasteis a ejercer? P.M.: En todo. Las copias se hacían entonces en papel carbón y papel cebolla. Se copiaba todo a máquina. Escribía a mano las demandas y las respuestas y a pluma estilográfica. Me pasaba la vida pegado a Aranzadi, buscando sentencias. To-davía hoy sigo yendo al juzgado con 10 kilos de papeles. Si no tengo papel no existe la documentación. “Si el Colegio no existiera habría que inventarlo. Es la casa, te ampara, te enseña Pedro Monjo